A
Alberto López Aguado
Puerta de madera noble.
Aunque el paso del tiempo
dejó grietas y surcos
en su maciza estructura ,
sigue siendo fuerte y hermosa.
Cuando una mano siente
necesidad de contacto
con su delicada textura,
aflora la bondad de su noble nacimiento
asido a la tierra madre.
Después de algún tiempo,
una llave en el cerrojo,
algo herrumbroso , abre la puerta,
ante el empuje, la madera
cruje de alegrías.
Es el momento de acoger y reconocer.
Es la hora de la verdad .
El alma colmada de júbilos
se muestra plena.
Elisa Gómez
28 de noviembre 2012
Puerta de madera noble.
Aunque el paso del tiempo
dejó grietas y surcos
en su maciza estructura ,
sigue siendo fuerte y hermosa.
Cuando una mano siente
necesidad de contacto
con su delicada textura,
aflora la bondad de su noble nacimiento
asido a la tierra madre.
Después de algún tiempo,
una llave en el cerrojo,
algo herrumbroso , abre la puerta,
ante el empuje, la madera
cruje de alegrías.
Es el momento de acoger y reconocer.
Es la hora de la verdad .
El alma colmada de júbilos
se muestra plena.
Elisa Gómez
28 de noviembre 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario