EL MALECÓN
Todo comenzó en el malecón.
Si, el malecón era el sitio dónde quedábamos todos, a la caída de la tarde, para decidir a dónde íbamos.
Éramos jóvenes e inconscientes, sólo pensábamos en divertirnos y pasarlo bien, sin medir las consecuencias.
Un día decidimos ir a dar una vuelta por las afueras, según íbamos por la carretera gastándonos bromas cómo de costumbre, vimos venir en dirección contraria a la nuestra a un hombre, con la cabeza gacha y un sombrero de paja calado hasta los ojos, como si fuese meditando algo importante. Cuándo ya estaba cerca de nosotros le reconocimos, era el Sr. Rodrigo.
- Buenas tardes Sr. Rodrigo, le saludamos
.
- Buenas tardes, chicos , nos contestó algo asustado.
- ¿De donde viene? , le preguntamos
- De por ahí , nos contestó , sin querer darnos ninguna explicación.
Entonces empezamos a divagar, uno dijo, si venía de darse una vuelta, otro que venía de verse con un amor secreto, y si era así, con quién se estaba viendo, si era con una mujer soltera o casada, y quién sería esa mujer.
Después de un buen rato de decir muchas barbaridades, alguien sugirió que podría ser Elena, la mujer de D. Fernando, el médico, ya que era joven, guapa, desenvuelta ,extrovertida y que con todo el mundo hablaba, pero con quién más lo hacía era con los hombres, con los cuales solía coquetear.
D. Fernando, el médico, era un hombre de unos 55 años, bonachón, amigo de hacer favores, que se llevaba muy bien con todo el mundo.
Un día se presento con una mujer mucho más joven que él y la presentó como Elena , con la cual dijo que se había casado.
Creímos que sería divertido decir que Elena, la mujer del médico, se veía a escondidas con el Sr. Rodrigo, y así ver la reacción del médico cuándo se enterara de esa supuesta relación.
Pasaron varios días y los rumores que esparcimos, se convirtieron en la comidilla de todo el mundo.
Días después apareció en el malecón el cuerpo de Elena con un puñal clavado en el corazón.
Alguien dijo que la vieron pasear esa noche con una persona por el malecón, donde la encontraron muerta, con una persona un poco ambigua, pues bien podría ser un hombre o una mujer, y que llevaba puesto un sombrero .
PAULA C. MENA
Paula, tus comienzos con los relatos cortos me parecen estupendos. Dido
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