Camino del Otoño
Había
nacido tímido. El verano espléndido le regalaba sus últimos calores. Aun no se
hacia notar, tan solo el relente de los atardeceres presagiaba el cambio de
estación.
¡Ya
llego, ya llego!-Decía Otoño- .Pero nadie le hacia caso, nadie quería perder
los largos días de asueto, esa sensación de libertad que dan las prendas
ligeras, la relajación total al sol y
al agua, esa impresión de que el verano es siempre cálido y largo.
Pero
todo se acaba, y ahí estaba Otoño, con
sus lanas abrigadas, sus paraguas de colores, sus botas y sus vacunas , todo
prevención.
¿Para que?-decían ¡ Aun hace calor , todo
sigue igual!. A casi nadie le gustas, eres como el presagio de algo frió, y el
frió,! es tan triste...!
Yo no
me escondo de ti, Otoño, en cuanto te he sentido, me arrebujo en la lana, saco
la bufanda y los guantes y se me sube a
la cabeza la placentera sensación de entrar en casa y sentir calor.
¡Alárgate
mucho, Otoño!, para gustar y oler la
vida cuando se queman las hojas o se asan las castañas.
!
Alárgate mucho! Para que pueda seguir oyendo el tañido de las campanas en tus
tardes serenas.
Me
gusta el Otoño largo y ocre,
con relente fresco.
Acariciar
con mis pies,
las hojas muertas de los caminos
mientras
pienso:
¿dónde
me lleva el camino del Otoño?.
Quédate
conmigo Otoño , aleja de mi el Invierno ,
no
dejes que el frió seco y estéril,
entumezca mi cuerpo y hiele mi alma.
Elisa Gómez Una tarde del
Otoño del año 2012
ES UN OTOÑO BONITO, MUY BONITO Y ¿A DONDE LLEVARÁ?
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